Personas Orientadoras Comunitarias: Experiencias de trabajo comunitario con perspectiva de género en la UNAM

El libro Personas Orientadoras Comunitarias: Experiencias de trabajo comunitario con perspectiva de género en la UNAM, coordinado por la Coordinación para la Igualdad de Género en la UNAM (CIGU), constituye un valioso testimonio del esfuerzo institucional y comunitario por erradicar la violencia de género en el ámbito universitario. A través de sus páginas, se documenta no solo la historia del Programa de Personas Orientadoras Comunitarias (POC), sino también las vivencias, aprendizajes y desafíos que enfrentan quienes desempeñan esta labor en diversas entidades académicas de la UNAM.

El texto se articula en torno a seis capítulos, cada uno dedicado a una experiencia concreta en diferentes espacios universitarios: desde preparatorias y facultades, hasta institutos y direcciones administrativas. Estas narraciones están atravesadas por la perspectiva de género y un enfoque comunitario, mostrando cómo las POC han logrado incidir positivamente en sus comunidades, sirviendo como puente entre las autoridades universitarias y quienes han sido víctimas o testigos de violencia de género.

Uno de los aspectos más destacados de la obra es su énfasis en la formación continua y la capacitación de las POC, no solo en el conocimiento de protocolos y normativas, sino también en habilidades de escucha activa, empatía y acompañamiento ético. Este enfoque integral permite que las personas orientadoras no se limiten a canalizar denuncias, sino que también impulsen acciones de sensibilización, formación y transformación cultural dentro de sus entornos académicos.

A lo largo de sus capítulos, el libro también refleja la pluralidad de voces y contextos, lo que enriquece la lectura. Las experiencias compartidas evidencian que, aunque la lucha contra la violencia de género enfrenta resistencias y obstáculos, es posible construir redes comunitarias sólidas, comprometidas y conscientes del papel crucial que juegan en la generación de espacios seguros e igualitarios.

En síntesis, esta publicación no solo funciona como un registro de buenas prácticas y lecciones aprendidas, sino también como una invitación a otras instituciones educativas a replicar modelos semejantes. Su lectura es esencial para quienes buscan comprender cómo la intervención comunitaria, acompañada de una perspectiva de género, puede ser clave en la construcción de sociedades más justas y libres de violencia.