Tejiendo alternativas: Hacia una cultura de paz y noviolencia: Programa de Talleres comunitarios

Tejiendo alternativas: Hacia una cultura de paz y noviolencia de Pietro Ameglio es una obra que aborda con lucidez y firmeza el contexto actual de violencia que atraviesa México. El autor parte de un análisis estructural en el que identifica que los procesos de violencia no son fenómenos aislados, sino que están profundamente ligados al modelo capitalista global, el cual se sostiene en dinámicas de despojo, explotación y represión. Desde este enfoque, Ameglio expone cómo la violencia se ha instalado de manera sistemática y normalizada en el territorio mexicano, afectando especialmente a los sectores más vulnerables, como las mujeres, la juventud, los defensores de derechos humanos, los periodistas y las comunidades que enfrentan el despojo territorial y de recursos naturales.

El libro enfatiza que el recrudecimiento de la violencia, particularmente a partir de la llamada "guerra contra el narco" en 2006, ha transformado el país en un escenario militarizado, donde la paz se entiende como seguridad armada y control social, dejando a la población civil en una situación de constante vulnerabilidad y dolor. Ameglio no se limita a una crítica al Estado y sus mecanismos de represión, sino que propone alternativas desde la organización social, la resistencia pacífica y la apuesta por una cultura de paz.

El corazón del libro es el “Programa de Talleres comunitarios”, una propuesta pedagógica y práctica que busca contribuir a la transformación de las dinámicas sociales violentas. Desde el compromiso académico y social, el Equipo de Cultura de Paz y Noviolencia ofrece herramientas concretas para construir colectivamente espacios donde la justicia social y la dignidad sean el centro. Ameglio destaca la importancia de que las instituciones educativas no permanezcan al margen de las problemáticas del país, sino que asuman un papel activo en la búsqueda de soluciones.

En suma, Tejiendo alternativas es un texto que invita a la reflexión, pero sobre todo a la acción. No se queda en el diagnóstico, sino que apuesta por abrir grietas de esperanza y resistencia, demostrando que, frente a la deshumanización, siempre existen caminos para tejer colectivamente un presente y un futuro más justo y menos violento.