¿Cómo utilizar el enfoque de las escuelas de campo para agricultores para apoyar las transiciones agroecológicas en la agricultura familiar del Sur?

¿Cómo utilizar el enfoque de las escuelas de campo para agricultores para apoyar las transiciones agroecológicas en la agricultura familiar del Sur?, de Teatske Bakker, Patrick Dugué, Katia Roesch, Suzanne Phillips y Anne-Sophie Poisot, es una obra que ofrece una guía práctica y teóricamente fundamentada para implementar el enfoque de las Escuelas de Campo de Agricultores (ECA) como herramienta estratégica en la transición hacia sistemas agrícolas más sostenibles y resilientes en el contexto del Sur Global.

Desde sus primeras páginas, el libro establece claramente su propósito: presentar las ECA no como simples espacios de capacitación técnica, sino como metodologías participativas que fomentan la experimentación colectiva, el análisis compartido y la toma de decisiones basada en evidencia local. Los autores destacan cómo este enfoque, inspirado en la pedagogía freiriana, abandona la tradicional "educación bancaria" para convertir a los agricultores en protagonistas activos de su propio aprendizaje, donde todos los participantes contribuyen con sus conocimientos y experiencias.

Una de las virtudes principales de la obra es su enfoque integral que conecta la agroecología con la pedagogía comunitaria. Los autores explican cómo las ECA pueden servir como espacios de diálogo entre saberes científicos y conocimientos tradicionales, permitiendo construir soluciones adaptadas a los contextos locales. Este enfoque resuena con las ideas de pedagogía del territorio mencionadas en otros trabajos, donde el conocimiento emerge de la interacción con el entorno y se construye colectivamente.

El texto también destaca por su estructura metodológica clara. Proporciona herramientas prácticas para diseñar, implementar y evaluar programas de ECA orientados específicamente a la transición agroecológica, incluyendo aspectos como la selección de temas relevantes, la organización de experimentos en el campo, la facilitación de espacios de reflexión colectiva y la documentación del aprendizaje. Los autores enfatizan la importancia de que estos procesos no se limiten a la transferencia de tecnologías, sino que fomenten la construcción conjunta de conocimiento entre agricultores, técnicos y otros actores del territorio.

Otro punto importante es el análisis de los desafíos institucionales y sociales que enfrentan las transiciones agroecológicas. Los autores no solo abordan aspectos técnicos, sino que también exploran cómo las ECA pueden contribuir a fortalecer la organización comunitaria, mejorar el acceso a mercados justos y promover políticas públicas más favorables para la agricultura familiar. Esta visión integral refuerza la idea de que la agroecología no es solo un conjunto de prácticas agrícolas, sino un proceso de transformación social y territorial.

El libro también resalta por su enfoque crítico hacia las lógicas extractivistas y mercantilistas que han dominado los modelos de desarrollo agrícola. Los autores proponen las ECA como espacios donde los agricultores pueden recuperar su autonomía, reconectar con sus saberes ancestrales y construir alternativas basadas en el "buen vivir" y la reciprocidad con la naturaleza, conceptos que resuenan con las pedagogías de la ancestralidad y la visión comunitaria del territorio.

En cuanto al estilo, el lenguaje utilizado combina rigor técnico con accesibilidad, lo cual facilita su lectura tanto para técnicos y extensionistas agrícolas como para organizaciones sociales y responsables de políticas públicas. Cada capítulo incluye ejemplos concretos, lecciones aprendidas y recomendaciones prácticas que permiten al lector aplicar los conceptos en contextos reales.

En conjunto, ¿Cómo utilizar el enfoque de las escuelas de campo para agricultores...? cumple sobradamente su propósito: ofrece una guía clara y contextualizada para implementar las ECA como herramientas de transformación agroecológica. Por su enfoque participativo, su integración de saberes diversos y su compromiso con la justicia social y ambiental, esta obra se convierte en una lectura indispensable para quienes buscan construir sistemas alimentarios más sostenibles, resilientes y equitativos desde la base, es decir, desde las comunidades rurales y sus saberes territoriales. Una contribución valiosa para imaginar y construir alternativas reales a los modelos agrícolas hegemónicos.