Pedagogía del territorio: Gestión educativa social y comunitaria. Proyección institucional extramuros 

Pedagogía del territorio: Gestión educativa social y comunitaria. Proyección institucional extramuros, de Alicia Inés Villa, es una obra que propone una renovación profunda del sistema educativo desde una perspectiva territorial, comunitaria y profundamente crítica. Este libro surge como un aporte fundamental para quienes trabajan en la intersección entre educación, gestión institucional y transformación social, ofreciendo herramientas teóricas y prácticas para repensar la escuela como un espacio que trasciende sus paredes y se integra activamente al entorno donde se inserta. A través de un enfoque interdisciplinario y comprometido con la justicia social, Villa desarrolla una pedagogía que vincula la educación con los saberes, las necesidades y las luchas de los territorios en los que operan las instituciones educativas.

Desde sus primeras páginas, la autora establece que el concepto de territorio no se limita a su dimensión geográfica, sino que se entiende como una red de relaciones sociales, culturales y simbólicas que configuran la vida comunitaria. Esta visión permite redefinir la educación no como un proceso aislado, sino como una práctica situada, arraigada en las realidades locales y en diálogo constante con las dinámicas sociales. Villa rescata así la importancia de los saberes ancestrales, las pedagogías comunitarias y las formas de aprendizaje no formales que ocurren en los espacios cotidianos, fuera de los marcos tradicionales de la escuela.

Una de las virtudes principales del libro es su estructura, dividida en tres partes que permiten al lector avanzar desde la reflexión teórica hacia la acción concreta. La primera parte aborda conceptualizaciones clave, como la idea de "pedagogía del territorio", entendida como una categoría en construcción que visibiliza las prácticas educativas comunitarias y su vinculación con la memoria, la identidad y la resistencia cultural. La segunda parte se centra en herramientas de gestión territorial, destacando metodologías participativas como el mapeo colectivo, la planificación estratégica y la investigación-acción. La tercera parte, finalmente, entrelaza pedagogías para proponer una educación social e inclusiva, que responda a las tensiones entre lo local y lo global, y que integre los principios de equidad, sostenibilidad y justicia social.

El texto también destaca por su enfoque práctico y contextualizado. Villa no solo define conceptos, sino que ofrece ejemplos concretos de cómo implementar proyectos institucionales con perspectiva territorial. Señala la importancia de los diagnósticos comunitarios, la participación de actores locales (niños, jóvenes, adultos) y la construcción de comunidades de aprendizaje que integren a la escuela y su entorno. Este enfoque refuerza la idea de que la gestión educativa no debe desconocer las problemáticas sociales y culturales del territorio, sino que debe surgir precisamente de su reconocimiento y abordaje.

Otro punto importante es la crítica al modelo educativo neoliberal y fragmentado. La autora denuncia cómo las lógicas mercantilistas han reducido la educación a un mero proceso de transmisión de conocimientos, alejado de las necesidades reales de las comunidades. Frente a esto, propone una pedagogía del territorio que priorice la participación, la corresponsabilidad y el fortalecimiento de los vínculos sociales, entendiendo la educación como un acto colectivo de construcción de sentido y de "bien vivir".

El libro también aborda con sensibilidad la relación entre educación y territorios ancestrales. Villa explora cómo las pedagogías indígenas y de la ancestralidad recuperan la conexión con la tierra, la memoria histórica y las cosmovisiones no coloniales, contrastando con las lógicas extractivistas del capitalismo contemporáneo. Este enfoque refuerza la necesidad de integrar saberes locales y culturales en la gestión educativa, superando la hegemonía de un conocimiento único y homogenizador.

En cuanto al estilo, el lenguaje utilizado combina rigor académico con accesibilidad, facilitando su lectura tanto para docentes, directivos y gestores educativos como para activistas y responsables de políticas públicas. Cada capítulo incluye referencias teóricas, ejemplos ilustrativos y orientaciones metodológicas que permiten aplicar los conceptos en contextos reales, reforzando su utilidad pedagógica y operativa.

En conjunto, Pedagogía del territorio es mucho más que un manual técnico: es un manifiesto en favor de una educación democratizadora, situada en el tejido social y cultural del territorio. Por su enfoque integral, su compromiso con la inclusión y su apuesta por una gestión participativa, esta obra se convierte en una lectura indispensable para quienes buscan construir una escuela que no solo responda a las demandas del mercado, sino que cultive la autonomía, la solidaridad y la sostenibilidad territorial. Una contribución valiosa para imaginar y construir instituciones educativas que sean verdaderos espacios de encuentro, resistencia y transformación colectiva.