Territorios, comunidades y prácticas. Construcción de saberes en clave decolonial
Territorios, comunidades y prácticas. Construcción de saberes en clave decolonial, coordinado por Óscar Jaramillo, Jhonnatan Curiel e Isabel Redondo, es una obra colectiva que reúne voces críticas desde múltiples disciplinas para explorar cómo los saberes locales, ancestrales y comunitarios pueden desafiar las lógicas coloniales del conocimiento. Este libro no solo ofrece un análisis teórico riguroso, sino que también propone caminos alternativos para construir conocimientos desde la periferia, desde la resistencia y desde el reconocimiento de otras formas de pensar y estar en el mundo.
Desde sus primeras páginas, los autores establecen con claridad su apuesta: repensar la producción de conocimiento desde una perspectiva decolonial, cuestionando las estructuras epistémicas heredadas del colonialismo y visibilizando las formas de saber que han sido históricamente silenciadas o marginadas. A través de este enfoque, Territorios, comunidades y prácticas se posiciona como un texto profundamente político, ético y comprometido con la justicia epistémica.
Una de las virtudes principales del libro es su carácter interdisciplinario y plural. A lo largo de sus capítulos, se entrelazan perspectivas provenientes de la antropología, la sociología, la educación, la geografía y los estudios postcoloniales, lo cual permite abordar temas tan diversos como la territorialidad indígena, las pedagogías comunitarias, las resistencias culturales y las luchas por el reconocimiento de otros saberes. Cada ensayo aporta una mirada específica que, en conjunto, conforma un mosaico rico y complejo sobre cómo se construyen y legitiman los conocimientos fuera del canon occidental.
El texto también destaca por su enfoque práctico. Lejos de quedarse en discusiones teóricas abstractas, el libro presenta estudios de caso, experiencias comunitarias y procesos concretos donde las comunidades —en particular pueblos originarios, campesinos y afrodescendientes— están activamente involucrados en la reconstrucción de identidades, la defensa de sus territorios y la generación de conocimientos situados. Estas experiencias refuerzan la idea de que aprender y saber no son privilegios de la academia, sino prácticas profundamente arraigadas en la vida colectiva y en la lucha por la dignidad.
Otro punto importante es la crítica constante al eurocentrismo en la producción del conocimiento. Los autores muestran cómo los modelos educativos, científicos y culturales dominantes han impuesto una única forma de ver el mundo, ignorando o menospreciando otras racionalidades igualmente válidas. Frente a esta hegemonía epistémica, proponen una pedagogía y una investigación comprometidas con la pluriversalidad, donde los sujetos colectivos sean reconocidos como productores legítimos de conocimiento.
La obra también resalta por su enfoque metodológico. Se aleja de las lógicas extractivistas de investigación tradicional, promoviendo en cambio metodologías participativas, colaborativas y horizontales, que respetan las formas de conocimiento propias de cada comunidad. Esta forma de investigar y aprender se convierte así en un acto de reparación simbólica y de justicia social, donde el diálogo entre saberes no es una imposición, sino un encuentro de igual a igual.
En cuanto al estilo, el lenguaje utilizado combina rigor académico con accesibilidad, lo cual facilita su lectura tanto para estudiantes universitarios como para activistas, gestores comunitarios y profesionales interesados en la interculturalidad, la educación popular y las luchas por el reconocimiento. Además, incluye referencias bibliográficas, preguntas orientadoras y ejemplos ilustrativos que enriquecen su utilidad pedagógica.
En conjunto, Territorios, comunidades y prácticas. Construcción de saberes en clave decolonial cumple sobradamente su propósito: ofrecer una mirada crítica, reflexiva y profundamente transformadora del campo del conocimiento. Por su riqueza conceptual, su enfoque práctico y su firme apuesta por la descolonización de los saberes, esta obra se erige como una lectura indispensable para quienes buscan construir otro sistema de pensamiento, uno que no reproduzca las jerarquías del pasado, sino que dialogue con las memorias, las resistencias y las prácticas de los pueblos en lucha. Una contribución fundamental para imaginar mundos donde quepan muchos mundos.