Guía de Formación para la Participación Social y Política de las Mujeres
Guía de Formación para la Participación Social y Política de las Mujeres, de Luz Martínez Ten y Rosa Escapa Garrachon, es una obra que trasciende el manual técnico para convertirse en un testimonio vivo de la lucha feminista en España y América Latina. Surgida del programa "Mujer, Tú puedes" impulsado por Dolors Renau en 2001, esta guía celebra los 25 años del Instituto de la Mujer y recoge el saber colectivo de generaciones de mujeres que rompieron barreras en espacios históricamente excluyentes. Como señala Rosa María Peris Cervera en el prólogo, el libro no es solo un recurso formativo, sino "un material precioso" que documenta cómo las mujeres españolas, tras décadas de retrocesos durante la dictadura, reconquistaron su lugar en la democracia, inspiradas en las luchas europeas y americanas posteriores al mayo del 68.
La obra se estructura como un viaje desde las reflexiones teóricas hasta las herramientas prácticas, comenzando con la relación entre feminismo, democracia y poder, para luego sumergirse en capítulos que abordan la planificación con perspectiva de género, el liderazgo transformador y las estrategias para superar obstáculos en espacios políticos. Su fuerza radica en ser producto de un proceso colaborativo único: nació de cursos impartidos en América Latina y Europa, donde mujeres en cargos electos compartieron sus experiencias en municipios, partidos y asociaciones. Como destaca el prefacio, este conocimiento no proviene de teorías abstractas, sino de "lecciones que parten de nuestra experiencia", integrando aportes históricos, testimoniales y académicos para enseñar a "situar de otra manera en la sociedad y en la política".
Una de sus mayores virtudes es su enfoque en la **construcción colectiva de redes**. El libro reconoce explícitamente que el avance hacia la igualdad no fue obra de individuos aislados, sino el resultado de "complicidades, compartir experiencias y tejer redes de solidaridad" entre mujeres que, como señala el texto, aprendieron a "reconocer autoridad a otras mujeres" y a "desafiar una estructura profundamente patriarcal". Incluye metodologías prácticas como técnicas de negociación, comunicación asertiva y trabajo en equipo, todas diseñadas desde la perspectiva de quienes han vivido en carne propia la exclusión. Destaca la inclusión de figuras históricas como Clara Campoamor o Victoria Kent, recordando que el camino recorrido se construyó sobre hombros de pioneras cuyo legado fue silenciado durante décadas.
El proceso editorial refleja su espíritu colaborativo: tras su primera edición impulsada por la Diputació de Barcelona, el libro fue enriquecido por el Instituto de la Mujer de Extremadura, revisado rigurosamente por Amelia Valcárcel y actualizado por el Ayuntamiento de Fuenlabrada. Esta evolución simboliza cómo el feminismo avanza mediante "redes del compromiso por la igualdad", como lo define Peris Cervera. Aunque el texto se centra principalmente en contextos hispanos, su mensaje es universal: la participación política no se limita a ocupar cargos, sino a "imaginar nuevos modelos de relación entre géneros" y a "poner palabras a situaciones que no se percibían como discriminatorias".
Sin embargo, el libro podría beneficiarse de una mayor reflexión sobre desafíos emergentes, como el impacto de las redes sociales en la movilización feminista o las tensiones entre feminismos interseccionales. Tampoco profundiza suficiente en cómo replicar estas estrategias en contextos con mayor resistencia cultural. No obstante, su valor histórico y pedagógico es innegable: como señala el prefacio, es "la gran herencia política" de quienes han escrito "uno a uno los renglones que nos llevan al presente".
En síntesis, esta guía es mucho más que un manual técnico: es un monumento a la resiliencia feminista y un llamado a continuar tejiendo redes de solidaridad. Su lectura inspira no solo a aprender estrategias de participación, sino a comprender que la igualdad se construye colectivamente, honrando el legado de quienes "rompieron los límites de un rol obsoleto". Recomendada para activistas, políticas y educadoras, demuestra que, como escriben sus autoras, el feminismo perdura porque las mujeres saben "crear complicidades" y transformar la experiencia en conocimiento compartido. Un recurso esencial para quienes creen que la política no debe ser ajena a la mirada de las mujeres, sino transformada por ella.